Sostenemos que la Educación en una escuela cristiana es un proceso dinámico de socialización y de formación integral que le permite al alumno insertarse en la cultura y transformarla de acuerdo a los valores cristianos tomados de la Biblia, la Palabra de Dios.

Sostenemos que en el proceso de enseñanza, la función del Educador es la de un orientador y facilitador de estrategias que guíen el aprendizaje del alumno; respetando sus características personales y diferencias culturales.

Entendemos que el proceso de aprendizaje se desarrolla en una continua construcción de los saberes con un espíritu crítico y centrado en la participación activa y creciente del alumno; en interacción con los otros y los recursos que le ofrece el medio que lo rodea.

Sustentamos la institución de la familia y la reconocemos como parte del Plan de Dios para el hombre y la mujer. La familia es la primera responsable educativa y formativa, la escuela la acompaña pero no la sustituye.

Consideramos que la convivencia se basa en un conjunto de principios cuyo cumplimiento permite un clima de armonía y una comunicación saludable basada en valores tales como:

  • Respeto Mutuo
  • Libertad Responsable
  • Solidaridad
  • Honestidad
  • Tolerancia frente a las Diferencias
  • Compañerismo